Alfonso Mendoza es un joven Venezolano de 25 años cuyo mal congénito es la ausencia de la mitad del cuerpo. Padre de una niña, ademas surfista y rapero, rodando y sonriendo, llegó hace nueve meses a Barranquilla para superarse tras huir de la Crisis que atraviesa el país.. Apenas nació, sus padres lo abandonaron y su abuela lo cuidó hasta que ella falleció cuando él tenía nueve años.
Empezó la escuela en silla de ruedas, niños me metían en las papeleras o lo encerraban en los baños”. Hasta que la música le “salvó la vida” y un amigo lo ayudó a cambiar la silla por la patineta.
Alfonso: “Dios no me dio piernas, pero lo reemplazó con talentos”.
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