Boca Juniors pidió este martes a la Conmebol la suspensión definitiva del partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, la descalificación de River Plate y su proclamación como campeón durante la reunión en Asunción convocada para examinar los hechos de violencia registrados el sábado.
Para justificar la eliminación de River Plate del torneo y reclamar el título del torneo el petitorio de cinco puntos, conocido por medios locales de prensa, invoca el inciso 1 del artículo 18 del Reglamento Disciplinario de la Conmebol, alusivo a manifestaciones violentas que pongan en riesgo la integridad del equipo rival.
Tras escuchar los alegatos de Boca Juniors y River Plate, la Conmebol ha resuelto que el partido decisivo, que correspondía jugarse el sábado pasado en el estadio Monumental de River Plate, se cumplirá fuera del país, del 8 al 9 de diciembre”.
Tras el anuncio, el presidente de Boca, Daniel Angelici, afirmó tajante: “No aceptamos jugar ningún partido”.