A pesar de que hace algunos días salió el mapa de todas las criaturas mitológicas en cada parte del mundo, poco se habla de los animales extraordinarios y originales que posee cada lugar. Sobre todo de aquellos que están conformados por rarezas únicas que los llegan hacer más especiales.
Así los voy a introducir brevemente a la historia del famoso Xoloitzcuintle, este can es una de las razas más antiguas y está vinculada a muchas leyendas. Siendo una raza histórica originaria de México con su linda característica principal de poseer más allá de algún que otro pelo despeinado en su cabeza, su piel suave y de color negro.
Cuando los españoles arribaron al territorio azteca, quedaron maravillados con la riqueza que los rodeaba, desde hermosas flores hasta la exquisita comida, los europeos conocieron la idiosincrasia de una comunidad cuya cultura yacía en la tradición y la espiritualidad.
Aunado a estas maravillas de México, hubo una criatura que los españoles primeramente confundieron con un caballo enano. Se trataba del Xoloitzcuintle. Por su origen etimológico, el término xoloitzcuintle quiere decir “perro deforme”. Y es que es su carencia de pelaje y la temprana caída de sus dientes es lo que más caracteriza a esta raza.
A pesar de que estuvo a punto de extinguirse, fue enviado a la sierra de Oaxaca y Guerrero para su supervivencia y reproducción. Allí se valió de sus instintos por cientos de años, hasta que volvió a poblar poco a poco las zonas aledañas a principios del siglo XX.
Es por eso que algunos investigadores creen que ya se había domesticado hace más de 5 500 años. En América por el momento siempre será más que un simple animal; a este cánido se le considera un animal sagrado, un guardián y aliado trascendental.
Después de la Revolución Mexicana, personajes como Diego Rivera, Frida Kahlo y Rufino Tamayo, adoptaron al xoloitzcuintle como un símbolo nacional. Se buscaba, a través de diversas expresiones de identidad, recuperar la cultura mexicana que se había disipado en el intento de europeizar al país en el Porfiriato.
Adoptar y proteger el patrimonio natural que define a cada nación y territorio es fundamental para la conservación del legado sociocultural que nos identifica igual que muchos símbolos de la idiosincrasia mexicana y centroamericana. Al momento la crianza de estos perritos e ha ido deteriorando poco a poco pero los que quedan no son mas que una hermosa representación mexicana.
Redacción original de Alejandra Pardo.