La comunidad científica mundial aprobó este día algo que cambiaría el mundo por completo: a partir del 20 de mayo de 2019 el kilo ya no pesará un kilo.
Lo anterior debido a que el peso de un kilogramo está basado en un cilindro de 4 centímetros de platino iridio, conocido como «El Gran Kilo», que se encuentra resguardado desde 1889 en Francia, sin embargo, extrañamente el cilindro perdió en todo ese tiempo 50 microgramos, por lo que ya no resulta ser fiable.
Por lo anterior, luego de días debatiendo, delegados de los 60 Estados Miembros de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas, aprobaron hoy utilizar una nueva forma para pesar el kilo: se trata de la constante de Planck, bastante importante en la mecánica cuántica.
Sin embargo, para los ciudadanos, el kilogramo seguirá teniendo el mismo nombre, y en las compras el peso de los productos no cambiará; para la comunidad científica sí representa un cambio, puesto que el Planck será utilizado para calcular medidas bastante precisas.