La señora Rubí Gardenia Martínez, madre del niño Kevin Cataño, quien falleció el pasado 24 de agosto, 41 días después de haber sido mordido por una araña violinista, busca ahora que no se vuelva a repetir un caso más como el de su hijo en el Hospital Civil de Tepic.
Ella considera que si en este nosocomio se hubiera dado atención oportuna a Kevin, éste habría sobrevivido.
«Yo considero que les faltó un poco más para que mi hijo viviera. Y traigo un dolor bien fuerte y traigo un coraje también, a la vez. Sí hubo doctores que chocábamos, y había otros que no», aseguró Rubí.
La madre del pequeño dijo que sólo se le brindó la atención necesaria cuando intervino el gobernador Antonio Echevarría García.
«Mi hijo, yo iba y él abría los ojos, se movía, entonces uno como madre siente cuando tu hijo va a salir adelante. En el transcurso de la noche, si yo no voy ellos no me informan nada; yo siento que fue une negligencia médica lo que le pasó a Kevin».
Sobre la vivienda que le donó el Iprovinay, la señora Rubí dice desconocer si se concretará o no este trámite, debido a que ya no se le ha mandado a llamar.
«Hasta ahorita no sé nada de eso, sólo tengo un papel que yo firmé; si me la dan o no me la dan me da igual, ya no tengo a mi hijo, que era lo más importante en mi vida», señaló.
La madre de Kevin espera que el Hospital Civil de Tepic cuente con todo lo necesario para atender futuros casos, asegurando que su hijo falleció debido a la tardanza en conseguir el antídoto que hubiera contrarrestado los terribles efectos de la araña violinista.
«Yo sólo quiero que el hospital esté mejor para que no vuelva a pasar lo que le pasó a Kevin», expresó su mamá.