Andrea y Gustavo, se casaron por el civil, pero ante la contingencia del covid-19, tuvieron que suspender la fiesta, sin embargo, la comida y bebida que tenían destinada para la celebración la repartieron afuera del Hospital General de Irapuato, a las familias de los enfermos.
Cerca del mediodía del domingo, los recién casados arribaron al nosocomio, ella con su vestido de novia, y él con un traje azul; instalaron una mesa y comenzaron a regalar la comida.
Carnitas, pastel y agua de jamaica fue parte del menú que los esposos dieron a las personas afuera del hospital.
Ambos comentaron que, a pesar de no haber sido la boda de sus sueños, se sintieron felices de haber podido compartir con las personas vulnerables.
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