El pasado 31 de mayo en el municipio de Santiago Ixcuintla, un bebé de apenas 1 años 9 meses falleció por ahogamiento, derivado de un hueso de ciruela. Al llegar al hospital civil, el menor ya presentaba muerte cerebral.
La familia tomó la decisión de que pudiera donar sus órganos, puntualmente, los riñones.
“Se platicó con la familia, aceptaron, se inició con todo el protocolo que se necesita establecer; el día miércoles que fue 12 se realizó la procuración de ambos riñones de este menor los cuales fueron al Hospital Infantil de México, Doctor Federico Gómez, en la Ciudad de México por vía aérea”, explicó Edgar Moisés Rivera, coordinador de donación del Hospital General de Tepic.
Jesús, menor de ocho años, de la Ciudad de México, fue quien recibió esta donación. Padecía de insuficiencia renal y se encontraba en el primer lugar de la lista de espera de donación de riñones.
Los médicos explicaron que al ser un menor que no alcanzaba los dos años, no era posible la donación de más órganos, ya que se encontraban en pleno desarrollo. Insisten en la cultura de la donación de órganos para generar más vida.
