Una adolescente de 14 años víctima de abuso sexual fue sometida a un procedimiento de interrupción del embarazo en Bolivia; pero debido a que tenía 26 semanas de embarazo, nació una bebé de más de un kilogramo, a la cual mantienen con vida.
Aunque existía el respaldo legal, varios médicos se negaron a realizar el aborto, presentando sus cartas de objeción de conciencia, por lo que se le suministraron tabletas de formal oral y vaginal.
La jóven fue abusada sexualmente por el dueño del restaurante en el que trabajaba y sus familiares tuvieron conocimiento del embarazo a las 20 semanas de gestación.
Debido al delicado estado de salud de la recién nacida, el pasado 5 de junio fue bautizada y recibió el nombre de Victoria. Actualmente se encuentran hospitalizadas madre e hija.