El gobierno de Javier Milei ha decidido implementar en Argentina el modelo de combate al crimen del presidente salvadoreño Nayib Bukele, conocido por su eficacia en la lucha contra pandillas, delincuentes y narcoterroristas. Esta decisión se tomó tras la visita de Patricia Bullrich a El Salvador, donde pudo observar de cerca los resultados de esta estrategia.
Bukele ha sido ampliamente reconocido por reducir drásticamente la tasa de homicidios en El Salvador mediante políticas estrictas y el uso de tecnología avanzada. Durante su visita, Bullrich se reunió con funcionarios locales y visitó instalaciones clave, destacando la importancia de la tecnología y la coordinación interinstitucional.
Para adaptar este enfoque en Argentina, el gobierno de Milei planea fortalecer la cooperación entre las fuerzas de seguridad y mejorar el equipamiento tecnológico. Se intensificará la presencia policial en las zonas más afectadas y se crearán unidades especializadas para combatir el narcotráfico y las pandillas.
Una de las claves del éxito de Bukele ha sido el uso de inteligencia y tecnología para prevenir actividades criminales. En Argentina, se invertirá en sistemas de vigilancia avanzados y en la formación continua de los agentes de seguridad. El objetivo es reducir los índices de criminalidad y restaurar la confianza ciudadana en las instituciones de seguridad.
Además de las medidas punitivas, la administración de Milei trabajará en programas sociales y educativos para prevenir la formación de nuevas pandillas y ofrecer alternativas a los jóvenes en situación de riesgo.
La adopción del método de Bukele en Argentina genera grandes expectativas entre la población, que espera una reducción significativa del crimen y mayor seguridad. Sin embargo, el éxito de esta iniciativa dependerá de la capacidad del gobierno para coordinar esfuerzos, garantizar recursos adecuados y mantener un enfoque centrado en los derechos humanos. La transparencia y la rendición de cuentas serán esenciales para ganar y mantener el apoyo de la ciudadanía.
