El próximo 8 de abril, una franja de Norteamérica será envuelta en oscuridad por un espectacular fenómeno celestial: un eclipse solar total. Más de 30 millones de personas vivirán brevemente bajo la sombra del cosmos, en un evento que, según los directivos de la NASA, no solo despertará admiración, sino que también presentará una oportunidad única para la ciencia.
Bill Nelson, administrador de la NASA, destacó el profundo impacto emocional y científico de estos eventos. «Los eclipses tienen un poder especial. Mueven a la gente a sentir una especie de reverencia por la belleza de nuestro universo», expresó, refiriéndose a este fenómeno como una «rara vista» que se presenció por última vez en Norteamérica en 2018.
El fenómeno, que ocurre cuando la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra, proyectará una sombra de aproximadamente 185 kilómetros de ancho, sumergiendo a las áreas afectadas en «oscuridad total» por cerca de una hora. Durante este tiempo, se experimentarán de 3.5 a 4 minutos de penumbra, un breve período que promete un espectáculo único: la «corona del Sol».
El eclipse iniciará su recorrido en la costa mexicana del Pacífico a las 11:07 h local, marcando en México el periodo más extenso de oscuridad, con 4 minutos y 28 segundos de duración cerca de Torreón. Continuará su viaje hacia el este, atravesando Texas y otros 12 estados de EE. UU., hasta llegar a Canadá por el sur de Ontario, para finalmente abandonar el continente americano a través de la península de Terranova y Labrador.
Nelson también hizo un llamado a la observación de «conductas inusuales» en la naturaleza, como jirafas que galopan y gallos que cacarean, sugiriendo cambios en el comportamiento animal durante el eclipse. Instó a los espectadores a seguir las medidas de seguridad recomendadas, incluido el uso de gafas especiales para mirar directamente hacia el cielo.
«Su poder no solo radica en unirnos aquí en la Tierra, sino también para la ciencia y el descubrimiento», concluyó Nelson, enfatizando la importancia del eclipse no solo como un espectáculo natural, sino también como un catalizador para la unión y el avance científico.