Un familiar de la científica en ciencias de materiales, Mónica Olvera de la Cruz, enfermó de gravedad de COVID-19, llevando esto a que enfocara sus estudios en entender cómo el virus interactúa con el cuerpo humano a un nivel físico-biológico.
Así fue como descubrió una vulnerabilidad en la proteína spike del coronavirus SARS-CoC-2, permitiendo el desarrollo de una cura contra la enfermedad.
Científicos de la Universidad de Northwestern, encontraron que la proteína también conocida como “S”, permite que el virus se incorpore a las células humanas, contando con un sitio conocido como “sitio de escisión polibásico”, característico por su carga positiva, logrando una fuerte unión con las células del cuerpo que a su vez están cargadas negativamente.
“Estamos bloqueando el virus”, afirmó la científica mexicana y líder de la investigación, al explicar cómo su experimento molecular ha reducido de manera inicial en 30% la conexión del patógeno con los receptores humanos.
Olvera de la Cruz, afirmó que la escisión es un factor indispensable para que los contagios se efectúen, pues parece que el virus se une con la enzima “furina”, la cual abunda en los pulmones, sugiriendo que esta es crucial para la entrada del virus en las células humanas.
En tres meses se espera poder diseñar un polímero -un compuesto químico- que triplique la efectividad del bloqueo, convirtiéndose en una forma de proteger el cuerpo de un virus tan contagioso como el COVID-19.
Con información de Animal Político.