Uno de los ríos más importantes del occidente de México ha quedado en el olvido, las débiles acciones para frenar la contaminación del Río Mololoa solo han quedado en proyectos. Si bien es un río que atraviesa la capital nayarita, este se alimenta de más cuerpos de agua río arriba.
Autoridades locales no han asumido un compromiso real para el rescate del Río Mololoa, y solo basta con observarlo para darse cuenta que el agua cruda es el principal ingrediente de las corrientes hacía el norte de la capital.
Los esfuerzos de activistas, asociaciones o iniciativas se quedan frenadas ante la falta de recurso que debe inyectar el gobierno en curso; es increíble cómo se conoce a voces las incontables descargas de drenaje clandestino que existen, o las pocas tareas que hacen las plantas de tratamiento de aguas residuales.
Qué lejos estamos de ver un nuevo río que en lugar que origine malos olores pueda ser un atractivo turístico y aun cuando la vegetación y la fauna no han renunciado a él, el hombre parece que sí lo ha hecho.
Administraciones municipales y estatales han llegado al gobierno, sin embargo no hay un proyecto determinante que pueda tratar de mitigar un poco el impacto de las aguas residuales que se ven en el Río Mololoa.
Se habla de cientos, quizá miles y millones de pesos en un proyecto que pueda acabar con esta mala calidad del agua.
Con información de Adonaí Durán.