La noche del domingo 2 de septiembre se registró un incendio en el Museo Nacional de Río de Janeiro, uno de los más antiguos y que albergaba más de 20 millones de piezas históricas.
El siniestro inició cuando el museo ya había cerrado las puertas al público, por lo que no se reportaron víctimas.
Las llamas ocasionaron pérdidas incalculables; parte de la historia de Brasil, huesos de dinosaurios, animales disecados, más de 530 mil libros y el esqueleto humano más antiguo de América.
Luego de casi seis horas de intenso trabajo, los bomberos lograron sofocar el fuego la madrugada de este lunes.
«Doscientos años de trabajo, investigación y conocimiento se han perdido», expresó el presidente de Brasil, Michael Temer.
Bomberos ingresaron este lunes para tratar de recuperar alguna pieza que no haya sido alcanzada por le fuego.
El museo fue fundado en 1818 por el rey Juan VI y hasta el momento se desconocen las causas por las que se registró el fuerte incendio.